¡Hola mis queridos exploradores de "Aventura sin Fronteras"! Soy Natalie, y hoy vamos a embarcarnos en una aventura en la fabulosa ciudad de Munich, Alemania. ¿Sabéis? Munich fue una de esas ciudades que me sorprendió gratamente. Cuando llegué, pensaba quedarme solo un par de días, pero acabé extendiendo mi estancia una semana entera, ¡así de enamorada quedé!
Desde sus icónicas cervecerías hasta su rica historia y cultura, Munich tiene algo para todos. Así que, agarren sus mapas (y quizás una jarra de cerveza imaginaria) y vamos a explorar juntos esta maravillosa ciudad bávara.
Si hay algo por lo que Munich es famoso mundialmente, es por su Oktoberfest. ¡Y créanme, la fama es bien merecida! Esta gigantesca fiesta de la cerveza se lleva a cabo cada año desde finales de septiembre hasta principios de octubre y atrae a millones de visitantes de todo el mundo.
Tuve la suerte de visitar Munich durante el Oktoberfest, y la energía de la ciudad es simplemente contagiosa. Las enormes carpas de cerveza vibran con música tradicional, risas y brindis. Los camareros llevan hasta diez jarras de cerveza de un litro de una sola vez (¡un espectáculo digno de verse!), y el ambiente es de pura alegría.
Aquí podrán disfrutar de la mejor cerveza bávara elaborada según la ley de pureza alemana (Reinheitsgebot), deliciosas salchichas que harán bailar a vuestras papilas gustativas y pretzels gigantes que son perfectos para acompañar esa cerveza dorada. Y todo esto mientras os sumergís en la tradición y la cultura alemanas.
Mi consejo: aunque no tengáis un dirndl (vestido tradicional para mujeres) o lederhosen (pantalones de cuero para hombres), no os preocupéis. Podéis alquilarlos allí mismo o simplemente ir con vuestra ropa normal. ¡La diversión está asegurada para todos independientemente de lo que llevéis puesto!
El centro histórico de Munich es un lugar fascinante que parece sacado de un cuento de hadas. Las calles empedradas, los edificios históricos y las plazas encantadoras crean un ambiente mágico que te transporta a otra época.
Mi lugar favorito fue la hermosa Plaza Marienplatz, el corazón palpitante de Munich. Aquí podéis admirar el impresionante Ayuntamiento Neogótico (Neues Rathaus) y su famoso Glockenspiel, un carillón que representa dos historias de la Baviera medieval. Me quedé boquiabierta la primera vez que vi este espectáculo de figuras en movimiento – ¡no os lo perdáis! Se representa diariamente a las 11 a.m., 12 p.m. y 5 p.m. (en verano).
Otro lugar que no pueden perderse es la Catedral de Nuestra Señora (Frauenkirche), una impresionante iglesia gótica con sus icónicas torres gemelas que son uno de los símbolos de la ciudad. Si tenéis la oportunidad, subid a una de las torres para disfrutar de vistas panorámicas de Munich y, en días claros, incluso de los Alpes.
Y por supuesto, no olviden visitar el Viktualienmarkt, un mercado al aire libre que ha existido por más de 200 años. Aquí pueden probar algunas delicias locales, comprar frutas frescas o simplemente sentarse en la cervecería del mercado y observar el ir y venir de la gente. Yo compré un queso alpino tan delicioso que casi no llegó a mi hostal (¡culpable de comerlo por el camino!).
Munich es también un lugar increíble para aquellos que aman el arte y la cultura. La ciudad alberga más de 80 museos, ¡así que preparad vuestros pies para una buena caminata cultural!
El Museo Alte Pinakothek es uno de los museos de arte más importantes del mundo y cuenta con una impresionante colección de obras maestras europeas. Me quedé sin palabras ante los Rubens y los Durero – incluso si no sois grandes aficionados al arte, vale la pena visitarlo.
El Deutsches Museum, por otro lado, es un lugar fascinante para aquellos interesados en la ciencia y la tecnología. ¡Es el museo de ciencia y tecnología más grande del mundo! Pasé horas explorando sus exhibiciones interactivas y aprendiendo sobre todo, desde física hasta minería. Un dato curioso: ¡tienen un verdadero submarino dentro del museo que puedes explorar!
Y para aquellos que quieran conocer más sobre la historia de la ciudad, el Museo de la Ciudad de Munich (Münchner Stadtmuseum) es el lugar perfecto. Aquí descubrí cómo esta ciudad evolucionó a lo largo de los siglos y quedé fascinada con su resiliencia.
Mi consejo para los amantes de la cultura: Munich ofrece la "Munich Card", que incluye transporte público y descuentos en muchos museos. Definitivamente merece la pena si planeáis hacer turismo cultural.
Después de un día explorando la ciudad, no hay nada mejor que relajarse en uno de los hermosos parques de Munich. Lo que me encantó de esta ciudad es su perfecto equilibrio entre urbanismo y naturaleza.
El Englischer Garten (Jardín Inglés) es uno de los parques urbanos más grandes del mundo, ¡incluso más grande que el Central Park de Nueva York! Es el lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza, hacer un picnic o simplemente pasear. No os perdáis el "Eisbach", un pequeño canal donde los surfistas locales muestran sus habilidades en una permanente ola artificial – ¡uno de los espectáculos más curiosos que he visto en una ciudad!
Otra anécdota divertida: en partes del Englischer Garten se permite el nudismo, así que no os sorprendáis si de repente os encontráis con gente tomando el sol completamente desnuda. ¡Yo ciertamente me llevé una sorpresa!
Otro lugar hermoso para visitar es el Jardín Botánico (Botanischer Garten), donde pueden admirar miles de especies de plantas de todo el mundo. Los invernaderos son especialmente impresionantes durante los meses de invierno, cuando fuera hace frío pero dentro es un oasis tropical.
Si tenéis tiempo, no dejéis de visitar alguno de los castillos cercanos a Munich, como el famoso castillo de Neuschwanstein, que inspiró al castillo de Disney. Se puede hacer como excursión de un día desde Munich y, aunque es turístico, vale completamente la pena.
Espero que hayan disfrutado de este paseo por Munich tanto como yo disfruté compartiéndolo con ustedes. Munich no es solo cerveza y salchichas (aunque son fantásticas); es una ciudad con alma, historia y una calidad de vida envidiable. Cada vez que pienso en ella, sonrío recordando sus plazas animadas, sus parques tranquilos y su perfecta combinación de tradición y modernidad.
¿Habéis estado alguna vez en Munich? ¿Qué fue lo que más os gustó? ¡Compartid vuestras experiencias en los comentarios!
¡Hasta la próxima aventura!
Con cariño viajero, Natalie