Hey, ¡compañeros de ruta! Aquí Natalie, vuestra confidente en aventuras globales, y hoy os traigo el jugoso detalle de un destino que es puro lujo y encanto natural a la vez: la exquisita Costa Azul. ¿Preparados para zambullirse en aguas turquesas y vivir la dolce vita al estilo francés? ¡Allons-y!
Comencemos con Mónaco, el playground de los ricos y famosos. Este microestado es pura ostentación, con sus yates, casinos y el emblemático Gran Premio de Fórmula 1. No te pierdas el Palacio del Príncipe para sentirte de la realeza, aunque sea por un día.
Ah, Niza. Con su famoso Paseo de los Ingleses y las aguas azules del Mediterráneo como telón de fondo, esta ciudad no solo es bella, sino que vibra con un aire bohemio que te invita a explorar sus calles llenas de arte y vida.
¿Buscas una escapada de la muchedumbre? La Playa de la Garoupe es tu pequeño secreto. Aguas cristalinas y una arena que parece harina de lo suave que es.
No puedes hablar de la Costa Azul sin nombrar Saint-Tropez. Este lugar es sinónimo de playas fashion, terrazas chill-out y un ambiente que te hace sentir como una estrella de cine.
El Museo Matisse es un must para los amantes del arte. Sumérgete en la obra del maestro y deja que sus colores vivos te transporten.
En St-Paul-de-Vence, la Fundación Maeght es un santuario del arte moderno y contemporáneo en un entorno que es una obra maestra en sí mismo.
Este estofado de pescado es el alma de la gastronomía local. Un plato que te hace sentir el Mediterráneo en cada cucharada.
Visita los mercados de Niza y otros pueblos cercanos para probar los productos más frescos y auténticos de la región. ¡Y no te olvides de los quesos!
Si coincides con el Festival de Cannes, prepárate para el glamour. Pero Cannes es más que cine; es moda, es fiesta, es arte en la calle.
Juan-les-Pins acoge uno de los festivales de jazz más antiguos de Europa. Una cita imprescindible para los melómanos.
Sube hasta Èze y pasea por sus callejuelas empedradas. El Jardín Botánico en la cima te regalará vistas panorámicas inolvidables.
Frente a la bahía de Cannes, las Islas de Lérins son un oasis natural. Historia, viñedos y senderos te esperan.
El mejor momento para visitar es durante la primavera o a principios de otoño, cuando el clima es ideal y las multitudes han mermado.
Alquilar un coche es la mejor opción para explorar a tu ritmo, pero la región también cuenta con una excelente red de transporte público.
Chicos, espero que este pequeño teaser os haya abierto el apetito de aventura. La Costa Azul no es solo un destino, es una experiencia que se vive, se siente y, sobre todo, se ama. ¿Me acompañáis en esta travesía azulada?
Con amor y una pizca de sal marina, vuestra Natalie 💙✈️